Frankie, un joven miembro que se enfada y reacciona con rapidez, se enfadó mucho hace poco por algo ocurrido en clase.
Normalmente destruye sus trabajos escolares, tira los libros o cosas peores. Frankie ha sufrido traumas muchas veces y sabemos que aprendió estos mecanismos de afrontamiento.
En el Club, hemos estado trabajando en la conciencia emocional y la atención plena. Esto incluye tablones de anuncios con el nombre y la zona emocional de cada miembro. En el tablón también figuran algunas estrategias de autocuidado y bienestar para cada zona emocional.
Cuando Frankie se enfadaba, se acercaba a la pizarra y ponía su nombre en la zona roja (enfadado, furioso, frustrado, etc.). En lugar de ser destructivo, respiraba profundamente, se tranquilizaba, cerraba los ojos y volvía a colocar su nombre en la zona amarilla (feliz, tranquilo, listo para aprender).
Emocionado, explicó al personal cómo influía en sus emociones, calmándose sin ser violento.